¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de los salvados. Hebr. 1: 14
Una parte del ministerio de los ángeles es visitar nuestro mundo y supervisar la obra del Señor que esta en manos de sus administradores.
¡Hay si los tales administran mal los vienes del Señor! En todo tiempo de necesidad ellos ministran aquellos que, como colaboradores de Dios, están luchando para llevar adelante su obra en la tierra. . .
Las huestes angélicas se regocijan siempre que cualquier rama de la obra de Dios prospera. Pero se ponen tristes cuando el hombre quiere ensalzase, por comprar grandes vienes para la iglesia cuando no es necesario.
Los ángeles están interesados en el bienestar espiritual de todos los que están tratando de restaurar la imagen moral de Dios en el hombre; y la familia humana debe conectarse con la familia celestial para curar las heridas y las he hechas por el pecado. Cierto es que no vemos a los ángeles, pero notamos sus efectos cuando nos salva de un peligro.
¿No te a ocurrido a ti? Cierto día, mi esposa al pasar una gran avenida, se tropezó con el bordillo de una acera, donde pasaba la vías del tranvía, milagrosamente cayo a la acera, sufrió unos pequeños hematomas, pero hubiera sido peor si en ese momento hubieses pasado el tranvía.
El ángel la cuido de consecuencias mas terribles. Los ángeles angélicos, aunque invisibles, están cooperando con los agentes humanos visibles formando una sociedad de socorro para ayudar al desvalido pecador.
Los ángeles que lucharon para desterrar a Satanás fuera de los dominios celestiales, son los que ahora luchan a nuestro lado contra las huestes Satánicas.
Estos ángeles que lucharon en la batalla en los atrios celestiales al lado de Dios, son los mismos ángeles que ensalzaron de gozo la creación del mundo, y de nuestros primeros Padre.
Estos ángeles que expulsaron del Edén a nuestros primeros padres de su hogar edénico, estos mismos mensajeros celestiales tienen el mayor interés en trabajar con la raza caída y redimirla del pecado y de sus consecuencias.
Los agentes humanos son las manos de los agentes celestiales; porque los ángeles celestiales emplean manos humanas en el ministerio visible. . .
Al unirnos con estos poderes participamos de la naturaleza divina y al separar el egoísmo de nuestras vidas se nos concede talentos especiales para ayudarnos mutuamente.
Esta es la manera celestial de distribuir el poder del Salvado (RH.1901).
Luis
José de Madariaga.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
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