¿QUE CLASE DE EJEMPLO DAMOS?

El rey se entristeció; pero debido a su juramento, y porque no quería retractarse delante de sus huéspedes, dio las órdenes del caso Mat. 14:9 (versión inglesa).

Un gato vagabundo que huía de un perro enloquecido se encontró de repente en el tope de un poste de teléfonos. Muchos después de que el frustrado can hubo abandonado su cacería, perdido en la oscuridad, colgado ahí arriba, el gato maullaba lastima mente. 

Ha unos cuantos metros más allá un airado ciudadano apareció en la ventana del segundo piso y trató de convencer al felino de que se tranquilizara. Al fracasar en su misión de paz, el el insólito vecino llamó a los bomberos para que ayudasen al gato a bajar del poste. 

 
Después de un considerable despliegue, los bomberos lograron restaurar la tranquilidad de los vecinos. 

Toda esta conmoción se produjo sencillamente porque el pobre gato vagabundo nunca había aprendido a “bajar por un poste”. “Hay gatos que no han aprendido a bajar desde un poste”. 

Los seres humanos se encuentran a veces en situaciones embarazosas creadas por su propia conducta equivocada, pero al mismo tiempo no están dispuestos a admitir su error y arreglar las cosas. 

Saul es un típico ejemplo trágico de esta clase de personas que no ponen a Dios en primer lugar. 

El Otro caso fue Herodes el Grande. En una fiesta arto de vino y de locuras, la hija de Herodías había deleitado al rey y a sus invitados con su danza. 

Impulsivamente,”este le prometió con juramento darle todo lo que pidiere. 

Había llegado la oportunidad de Herodías de arreglar cuentas con Juan el Bautista. A su “instancia, la muchacha solicito que se le diera en un plato de plata la cabeza de Juan el Bautista. 

El rey se entristeció; pero debido a su juramento, y porque su honor no fuera mancillado, dio las ordenes oportunas y el caso fue cerrado. El salmista dice; el vino es alborotado y los que camina por esa senda hierran. 

Este es el camino que los jóvenes del mundo escogen. Hay una lección en este caso: 

“El retractarse” significa estar dispuesto/a a admitir el error y a cancelar un compromiso apresurado. Para retractase es necesario ser humilde. 

Muchos de nosotros no sobreabundamos en este rasgo de cristiano. El retractarse implica modificar al yo. Y eso es un trago muy amargo para el cristiano. 

El yo pretende insistentemente que se le trate mejor. ¿Como esta tu yo? El retractarse es muy duro para el yo. ¿Que llevaremos al cielo? La próxima vez que sea necesario, retractémonos.

Maranata.
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