Encomienda a Jehová tus obras, y tus
pensamientos serán afirmados. Prov. 16:3.Frase Hebrea galal “volcar” “transferir”. Se nos aconseja que volquemos transfiramos o entreguemos nuestros planes o nuestros caminos al Señor.
Cuando una persona conoce su propia necesidad y se vuelve al Señor en busca de conducción y ayuda en cada acto y decisión, los poderes del cielo vienen a socorrerte a ti y a mi, para capacitarnos para que hagas, bajo la influencia del Espíritu Santo, todo cuanto ya había decidido para gloria de Dios.
Cuando el cristiano esta dominado bajo este poder, maravilla a los mismos demonios el cambio benéfico que se opera en personas, antes débiles y vacilantes, son regeneradas para gloria de Dios. Hay personas que creen en la reencarnación, otras que cuando mueren van al cielo o al paraíso, otras que se reencarna después de morir.
Hay otras que no quieren oír de la segunda Venida de Cristo;
y otras que están asumidos en la indiferencia absoluta. Algunos interpretan mal las Escrituras, nada de lo que podíamos decirles los iba a hacer cambiar de idea, pero queda el hecho de que tenemos una obra que hacer en esta tierra, tanto material como espiritualmente, y también tendremos una obra en el mundo venidero.
Todo esto depende de tu consagración al Señor, él no te coacciona eres libre, de ser salvo o no. Jesús recalcó la importancia de su obra. “Me es necesario hacer la obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Jun.9:4).
“Aunque no me creáis a mí, creed a las palabras, para que conozcáis y creáis que el Padre que el padre está en mí y yo en el Padre” 8Jun. 10:38). ·El que mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Jun. 14:12).
Debemos comprender, entonces, que los hijos de Dios tienen solamente una obra que hacer para él. Sino que todos sus proyectos depositarlos en sus manos y tener la fe de Jesús. No será un trabajo fácil.
La fe es la base. Dios sabe esto, por eso nos invita mediante Salomon a encomendarle a él nuestra obra sea física o espiritual.
Tened la seguridad plena que él nos ayudará a hacer
esa obra, cuanto más estemos empeñados en ella, tanto más
firmemente será establecidos a nuestro conocimiento, nuestra
comprensión y nuestra fe en sus caminos. Abraham creyó y le fue contado por justicia. “¿No ves que la fe actuó justamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?” (Sat.2:22). ¿Queremos alcanzar la perfección que Dios nos pide? Entonces trabajemos para él.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
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