El Rey Carlomagno en Enero de 814, enfermo de pleuritis y el 21 cayo en coma y murió el 28 de Enero. Fue enterado en la catedral de Aquisgrán. El Emperador Oto III, abrió su tumba le sentaron al emperador en un trono le vistieron y pusieron una corona y un cetro, en su cuerpo incorrupto
En 1165 el emperador Federico I abrió la tumba y lo traslado a un sarcófago. En 1215, Federico II lo volvió a introducir en un ataúd de oro y plata y una Biblia abierta.
El texto que dejo al descubierto decía: “Que aprovechara el hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma? (Mat. 16:26).
Como muchos otros que quisieron gobernar el mundo. Carlomagno renuncio a las cosas de Dios en aras del deseo personal, y perdió la bendición divina. El Papa León III lo corono el 25 de Diciembre 800 d.C.
Es una tragedia cuando una persona se pone antes que Dios. Es mayor la tragedia cuando toda una nación lo hace. Esto fue lo que ocurrió en Judá. El pueblo había adoptado las costumbres paganas. Dios les había dado muchas oportunidades.
Jeremías tuvo la responsabilidad de recordarles que, como sus antepasados, estaban violando el pacto eterno que habían hecho con Dios, y que debían cosechar sus consecuencias. Hoy esta pasando lo mismo con su pueblo. Dios pidió y nos pide una cosa: la obediencia.
Para poder andar por sus caminos y andar en sus ordenanzas. Esos son caminos agradables, y se les aseguro como a nosotros que si los seguían prosperarían y todo les iría bien. Para que eso fuera fácil les dio su Espíritu para que los guiara, al igual que a su pueblo presente. Hoy Dios espera lo mismo de su pueblo: la obediencia. Su pacto todavía es valido. Su Espíritu todavía está listo para ayudarnos a guardarlo.
Cada uno mujer y hombre somos responsable de nosotros mismos ante Dios. “A ti te toca someter tu voluntad a la voluntad de Jesucristo, y al hacerlo, Dios tomará inmediatamente posesión. . . Tu naturaleza entera será puesta entonces bajo el gobierno del Espíritu de Cristo” (MJ P. 150).
Dios hizo una promesa a Israel, y esa promesa es también para nosotros. “La bendición, si oyerais los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy” (Deut. 11:27).
¿Cuáles son tus planes para el año que viene: obtener una vida mejor en el mundo venidero, o convertirte en un montón de huesos enmohecidos? No debe ser difícil la elección. Tu misma/o
Maranata
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
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