sábado, 14 de abril de 2012

EVITEMOS LOS ENGAÑOS Y LAS ADULACIÓN.

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Col. 2: 8.

La adulación es sin arte mediante el cual Satanás miente a la espera de engañar y llenar al instrumento humano de pensamientos elevados acerca de sí mismo . . . (foto. Prenderán al impío sus propias iniquidades, y detenido sera con las cuerdas de su pecado. Prov.5:22).
La adulación ha sido el alimento con el cual se han nutrido mucho de nuestros jóvenes; y los que han encomiado y adulado, han supuesto que estaban haciendo bien; pero estaban haciendo un mal.

La alabanza, la adulación y la complacencia han hecho más para desviar a las preciosas almas por sendas falsas, que ningún otro arte inventado por Satanás.

La adulación forma parte de los modales del mundo, pero no de la forma de obrar de Cristo. Por medio de la adulación los pobres seres humanos, llenos de fragilidad y debilidades, llegan a pensar que son eficientes y dignos, y se engríen en su mente carnal. (foto. Entre los animales también existe las adulaciones).

Se intoxican con la idea de que poseen habilidades superiores a lo que realmente tienen, y su experiencia religiosa se desequilibra. A menos que en la providencia de Dios sean desviados de esos engaños, y se conviertan y aprendan el ABC de la religión en la escuela de Cristo, perderán sus almas. (foto. El que tiene en poco la disciplina, menosprecia su alma. Prov.15:32 p.p.)

Más de un joven ha sido adulado con la idea de que tenía habilidades que habría recibido como don natural, cuando la habilidad que él piensa que tiene sólo se puede obtener por medio de preparación y cultivo diligente, aprendiendo la mansedumbre y la humildad de Cristo . . .

Dios permite que sea atacado por el enemigo a fin de que comprenda su propia debilidad. Se permite que cometa algunos errores crasos para que así se hunda en dolorosa humillación.

Pero cuando se está debatiendo bajo la comprensión de su propia debilidad, no debe ser juzgado duramente . . . Entonces necesita un amigo que . . .quiera tratar paciente y fielmente con los que yerran.-YI 24-5-1894. 76 (foto. Alaba, oh alma mía, a Jehová. Sal 146:1). G. W.

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