Mientras los cristianos del tipo
de Filadelfia han entrado por la puerta y disfrutan de un
maravilloso compañerismo con Dios, los Laodicenses han cerrado la
puerta y permanecen encerrados en su tibia autosatisfacción.
Es
triste decir esto, pero la realidad se ve ala vista. En la gran
mayoría se nota esta tibieza. ¿Que es lo que cierra la puerta del
corazón humano?
Podemos nombrar muchas cosas, porque la tibieza vienen por la satisfacción de que somos salvos, y no tenemos necesidad de nada.
Podemos nombrar muchas cosas, porque la tibieza vienen por la satisfacción de que somos salvos, y no tenemos necesidad de nada.
Otras veces se cierra por el pecado deliberado y
consentido. Otras veces porque las pruebas son muy pesadas. A veces
por la falta de fe, o por una enfermedad en la cual no hay esperanza.
Otras veces la puerta se cierra por depender de las obras para obtener la salvación, y como resultado trae entumecimiento y una sensación engañosa de bienestar espiritual.
Otras veces la puerta se cierra por depender de las obras para obtener la salvación, y como resultado trae entumecimiento y una sensación engañosa de bienestar espiritual.
Los cristianos
laodicenses andan a la deriva a ser olvidados espiritualmente por los
demás, y debido a su tibieza de los demás laodicenses.
Las cosas del mundo les atrae, y no son conscientes de su situación, y se van alejando poco apoco.
Las cosas del mundo les atrae, y no son conscientes de su situación, y se van alejando poco apoco.
Sólo el poder del Espíritu Santo puede abrir la
puerta del corazón y nosotros tenemos que invitarle, para que more
en nosotros. Cuando la verdad penetra en el corazón de la persona,
se ve la luz y el resplandor del amanecer.
Y Jesús vuelve a entra en
el corazón de la persona/s de los laodicenses. Es muy difícil pero
no imposible, apartarse del espíritu laodicense, esta cómodo.
Domina muchas vidas en iglesia, es como un super-pegamento que impide todo cambio. El Señor llama a la puerta del corazón, deseando entrar para poder impartir riqueza espiritual a nuestras almas.
Domina muchas vidas en iglesia, es como un super-pegamento que impide todo cambio. El Señor llama a la puerta del corazón, deseando entrar para poder impartir riqueza espiritual a nuestras almas.
Anhela ungir los ojos ciegos para que disciernas el santo carácter de Dios en su ley y entiendas el amor de Cristo que ciertamente es el oro refinado en fuego (RH.25-2-1890).
“La gente está demasiado
satisfecha consigo mismo/a, y hay un ambiente de muerte que huele a
parálisis espiritual.
El mensaje a Laodicea se le aplica a ellos; mientras se felicitan a sí mismos por su conocimiento de la verdad, están desprovistos del verdadero amor y fe” R. and Herald, 28/8/ 1884).
El mensaje a Laodicea se le aplica a ellos; mientras se felicitan a sí mismos por su conocimiento de la verdad, están desprovistos del verdadero amor y fe” R. and Herald, 28/8/ 1884).
A través del reavivamiento del Espíritu Santo, el fuego
puede reavivarse en el corazón del hombre y mujeres laodicenses.
El ministerio de las oraciones fervientes, de la edificación de los grupos pequeños, ara como consecuencia un reavivamiento espiritual en la iglesia. “Amen”.
El ministerio de las oraciones fervientes, de la edificación de los grupos pequeños, ara como consecuencia un reavivamiento espiritual en la iglesia. “Amen”.
MARANATA.
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venida apocalíptica
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tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que
abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les
pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues
recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me
recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras
oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios
me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la
gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que
Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea
sobre ustedes. Sal. 62: 7
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