Pero yo a ti oraba , oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame. Sal 69: 13.
David tuvo muchos problemas, provocados por su infidelidad a Dios. A brumado de pesar por sus pecados se volvió a Dios y le abrió su corazón.
“A ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad”. El rey fue sabio al volver a Dios. Nadie más podía ayudarle. Su salvación dependía de su aceptación de las enseñanzas de Dios.
Imploro la misericordia de Dios. Confiaba en que Dios aceptaba la confesión de sus pecados en un tiempo “aceptable”. Dios se compadece siempre en oír el clamor de sus hijos y darles el perdón. Para Dios cualquier tiempo es aceptable.
Como David también hemos pecado y hemos sido rebeldes y nos hemos separado de Dios. Nos volvimos descuidados y nos separamos de la gloria de Dios; podemos no haber conocido nunca a Dios, y no tuvimos una meta espiritual.
Podemos haber nacido en un hogar Adv. Y no haber entregado nunca nuestro corazón a Dios. El hecho de que tengamos padres cristianos no significa que seamos naturalmente cristianos. En un programa de TV.
Un joven drogadicto que había doblegado el hábito por la gracia de Dios hizo la declaración de que “Dios no tiene nietos”. Esto es muy verdadero. Dios tiene hijos por el nuevo nacimiento, hijos por adopción, pero no hay un solo lugar en la Biblia que afirme que los niños de estos hijos se convierte automáticamente en cristianos. Dios nos ruega que vayamos a él.
Nos da muchas oportunidades para volvernos del pecado y entregarle nuestro corazón. Quizá nuestro corazón como el de David, que estaba cargado con el peso del pecado.
El sentimiento de nuestra impotencia nos hunde en el cieno, y contra más estemos en el cieno más nos hundimos. Os lo digo por experiencia, solo hay libertad, cuando humildemente caes de rodillas y dices: “Señor ayúdame”
¡Yo no puedo más!. Y la agonía llega al trono de la gracia, la respuesta viene a la velocidad de la luz. Pasa los días y ves que la respuesta de Dios es firme y segura.
“En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayude; y te guardare”.
Al primer clamor de nuestro corazón el Padre celestial prodiga inmediatamente su amor sobre nosotros.
Su Espíritu trae paz y serenidad a nuestro corazón. Los cielos nublados se vuelven radiantes con la luz del sol de su amor, y somos llenos con la verdad de su salvación.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
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La película del Deseado de
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En el mes de Agosto no emitiremos, desde el
día 1- 20 del mismo mes de Agosto, por vacaciones. Gracias por
vuestra buena disposición. Maranata.
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