EL CIELO NOS ESTA ESPERANDO.

Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz a vosotros, como me envió el Padre, así también yo os envío. Juan. 20:21.

De los apóstoles están escrito: "Ellos, saliendo, predicaron en todas las partes, anudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían" (Mar. 16:20). Así como Cristo envió a sus discípulos, envía hoy a los miembros de iglesia.(foto. Jeremías Dios toca sus labios).

El mismo poder que los apóstoles tuvieron es para ellos. Si desean hacer de Dios su fuerza, él obrará con ellos, y no trabajarán en vano. Comprendan que la obra en la cual están empeñados es una sobre cual el Señor ha puesto su sello. Dios dijo a Jeremías: "No digas: Soy niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y contigo estoy para librarte".

Luego el Señor extendio su mano y toco la boca de su siervo, diciendo: "He aquí he puesto mis palabras en tu boca" (Jer. 1: 7-9). Y nos envía a seguir anunciando la palabra que nos ha dado, sintiendo su toque santo sobre nuestros labios.

Cristo dio a la Iglesia un cargo sagrado. Cada miembro debe ser un medio por el cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros se su gracia, la inescrutables les riquezas de Cristo. No hay nada que el Salvador desee tanto como la manifestación del amor del Salvador por medio de los seres humanos.

Todo el cielo está esperando a los hombres y las mujeres por medio de los cuales pueda Dios revelar el poder del cristianismo. La iglesia de Dios para la proclamación de la verdad, facultada por él para hacer una obra especial; y si le es leal y obediente a todos sus mandamientos, habitará en ella la excelencia de la gracia divina.

Si manifiesta verdadera fidelidad, si honra al Señor Dios de Israel, no habrá poder de resistirle. El celo por Dios y su causa indujo a los discípulos a ser testigos del Evangelio con gran poder. (foto. el poder que dio Dios a su iglesia, nos debe llevar hadar testimonio de nuestro Dios).

¿No debería semejante celo encender en nuestros corazones la determinación de contar la historia del amor redentor, del Cristo crucificado?
Es el privilegio de cada cristiano, no sólo esperar, sino apresurar la venida del salvador,