lunes, 12 de febrero de 2024

LA VICTORIA A TRAVÉS DE CRISTO

Al que venciere, yo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mí Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” Apc.3:12.

La mente humana, no comprenderá, el gran sacrificio de Cristo por redimir a la humanidad. Podemos hablar día tras día, sin comprender su gran costo. 

Nunca comprenderemos el terrible conflicto del poder engañoso de Satanás por destruir al hombre. 

El fue el que planeó la muerte de nuestro Señor, su odio fue mortal contra Cristo mientras vivió en la tierra. 

Esa furia que no podo derribar a Cristo, se vuelve contra sus hijos. 

La batalla que libra cada alma rescatada por Cristo, es inmensa. No se puede contar con palabras, es una lucha a vida o muerte. 

Pero la obra mediadora de Cristo a quedado expuesta ante el universo y los hombres. 

No habrá más duda del amor de Dios por la raza humana.Pero Dios no coacciona la libertad de sus hijos. 

“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono”. . . “Y al que venciere, yo lo haré columna en el templo”. . . (Apc.3:21, 12). 

Esta promesa significa que el vencedor ocupará un lugar permanente e importante en la presencia de Dios. 

Pero en la tierra, se verán la diferencia entre los que sirven a Dios y los que sirven al mundo. 

No olvidemos que la rebelión existirá hasta que en el cielo se oiga estas palabras: “Consumado es” Cada vida del ser humano esta decidida. 

Ahora es el tiempo de ir ante el trono de la gracia, “yo el primero” ahora te toca a ti tomar esa decisión. ¿Quieres ser columna en el templo de Dios? 


Hoy es tu día, no esperes hasta mañana. Si salimos del templo de nuestro Dios, estaremos condenados como lo está Lucifer. Cada uno de vosotros sois columna en el templo de Dios. 

Una promesa como ésta sólo podrán acceder a ella a los vencedores. La lucha es infernal, pero Dios envía a sus ángeles para ayudarnos en esta batalla, y ser una columna en el templo de nuestro Dios. 

Dios nos da un nombre nuevo, una nueva identidad, una nueva personalidad y un carácter, esta promesa representa el carácter de Dios en nosotros. 

Hoy te llama Cristo, no tardes en contestar. “Yo quiero ser columna en el templo de mi Dios” ¿y tú? No dejes pasar el tiempo, mañana seria demasiado tarde. 

Cristo está mas cerca de lo que nosotros creemos. Cristo te llama a ti, y ami. No le hagamos esperar. Ame.

MARANATA.

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