M levantó, pues, el Espíritu, y
me tomó ; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu,
pero la mano de Jehová era fuerte sobre mí. Ezq. 3:14.
El Espíritu de Dios no opera en
nuestras vidas en base a nuestros sentimientos sino en respuesta a
nuestra disposición a ser los siervos del Señor.
Ezequiel estaba lleno de amargura e ira debido a las miradas hostiles y a las actitudes rebeldes del pueblo. ¿Hoy hay muchos como el profeta que experimentan los mismo cuando ven tantas ideas, y como hacen la cama al papado?.
Pero a pesar de todo Dios tiene un pueblo fiel, y temeros de su Dios. Sin embargo, había experimentado un sometimiento a Dios que a menudo lo había hecho caer sobre su rostro ante la presencia del Señor.
Aun queda en el pueblo de Dios hombre y mujeres que caen
en la presencia de Dios.
En las reuniones de la casa de los Harmon en Portland, Maine, la joven Elena Harmon no asistió porque todavía se encontraba en un estado de abatimiento y angustia.
La iglesia, sin embargo, convirtió a Elena en el objeto de oración especial, y aun uno de los dirigentes a quien ellos llamaban el Padre Pearson-- en el primer momento un opositor de Elena--, se unió ahora en las oraciones en favor de ella (“La oración intercesora es de gran poder para el cristiano”).
Se escucharon alguna experiencias de Elena en esa reunión en la casa de sus padres: “ Mientras se oraba por mi para que el Señor me diese fortaleza y valentía para difundir el mensaje, se disipó la espesa oscuridad que me había rodeado y me iluminó una luz repentina.
Una especie de bola de fuego me dio sobre el corazón, y caí desfallecida al suelo. Me pareció entonces hallarme en presencia de los ángeles, y uno de estos santos seres repetía las palabras: “Comunica a los demás lo que te he revelado' .
“El Hno. Person. Que no podía arrodillarse porque padecía de reumatismo, presenció este suceso. Cuando recobre el sentido se levantó el Hno. Person de su silla y dijo: He visto algo como jamás esperaba ver.
Una bola de fuego descendió del cielo e hirió a la Hna Harmon en medio del corazón. ¡Lo he visto!
¡Lo he
visto! Nunca podré olvidarlo. Esto ha trastornado todo mi ser. Hna.
Elena, tenga ánimo en el Señor” (Notas biográficas, p. 78). Entonces la joven Elena comenzó a ir adelante, como Ezequiel, para proclamar la palabra del Señor.
¿Quien no ha tenido una experiencia con el Señor que le aya dejado marcado para toda la vida? “Yo si” y tú. Dios se puede manifestar a los hombre de muchas maneras, sobretodo cuando esa persona tiene que llevar el evangelio a los pueblos y naciones.
Ezequiel estaba lleno de amargura e ira debido a las miradas hostiles y a las actitudes rebeldes del pueblo. ¿Hoy hay muchos como el profeta que experimentan los mismo cuando ven tantas ideas, y como hacen la cama al papado?.
Pero a pesar de todo Dios tiene un pueblo fiel, y temeros de su Dios. Sin embargo, había experimentado un sometimiento a Dios que a menudo lo había hecho caer sobre su rostro ante la presencia del Señor.
Aun queda en el pueblo de Dios hombre y mujeres que caen
en la presencia de Dios. En las reuniones de la casa de los Harmon en Portland, Maine, la joven Elena Harmon no asistió porque todavía se encontraba en un estado de abatimiento y angustia.
La iglesia, sin embargo, convirtió a Elena en el objeto de oración especial, y aun uno de los dirigentes a quien ellos llamaban el Padre Pearson-- en el primer momento un opositor de Elena--, se unió ahora en las oraciones en favor de ella (“La oración intercesora es de gran poder para el cristiano”).
Se escucharon alguna experiencias de Elena en esa reunión en la casa de sus padres: “ Mientras se oraba por mi para que el Señor me diese fortaleza y valentía para difundir el mensaje, se disipó la espesa oscuridad que me había rodeado y me iluminó una luz repentina.
Una especie de bola de fuego me dio sobre el corazón, y caí desfallecida al suelo. Me pareció entonces hallarme en presencia de los ángeles, y uno de estos santos seres repetía las palabras: “Comunica a los demás lo que te he revelado' .
“El Hno. Person. Que no podía arrodillarse porque padecía de reumatismo, presenció este suceso. Cuando recobre el sentido se levantó el Hno. Person de su silla y dijo: He visto algo como jamás esperaba ver.
Una bola de fuego descendió del cielo e hirió a la Hna Harmon en medio del corazón. ¡Lo he visto!
¡Lo he
visto! Nunca podré olvidarlo. Esto ha trastornado todo mi ser. Hna. Elena, tenga ánimo en el Señor” (Notas biográficas, p. 78). Entonces la joven Elena comenzó a ir adelante, como Ezequiel, para proclamar la palabra del Señor.
¿Quien no ha tenido una experiencia con el Señor que le aya dejado marcado para toda la vida? “Yo si” y tú. Dios se puede manifestar a los hombre de muchas maneras, sobretodo cuando esa persona tiene que llevar el evangelio a los pueblos y naciones.
Maranata:
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