martes, 27 de marzo de 2012

CRISTO VINO A CUMPLIR LA LEY.

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Mat 5: 17.

Dios escogió a Israel como depositario de sus tesoros inapreciables de verdad para todas las naciones, y le dio su ley como norma del carácter que debía desarrollar ante el mundo, ante los ángeles y ante los mundos no caídos . . . (Foto. Cristo declaro estas palabras en la sinagoga)

Debido a la desobediencia y a la deslealtad, la nación elegida por Dios desarrolló un carácter exactamente opuesto al que el Señor quería que desarrollara al obedecer su ley. Pusieron su propio molde e inscripción sobre la verdad, retirando la inscripción de Dios . . .

La ley de Dios quedó sepultada bajo las formalidades externas y minuciosas, tales como los frecuentes lavamientos de manos antes de comer y el lavamiento de los platos y las copas. Se diezmaban hasta las más pequeñas hierbas de la huerta.
(foto. Los judios entendían bien cual era la ley, en la cruz solo se clavo las leyes ceremoniales y rituales, pero no la ley de Dios, porque Dios es inmutable).

A todos los que le daban tanta importancia a estas cosas pequeñas Cristo dijo: "Esto era menester hacer, y no dejar lo otro " . . .

En medio de toda esta confusión de voces discordantes, se necesitaba un maestro que viniera directamente del universo celestial para dirigir palabras procedentes de labios inspirados a los corazones humanos, y para proclamar las verdades probatorias tan importantes para cada cual . . .

Como Maestro enviado por Dios, la obra de Cristo consistía en explicar el verdadero significado de las leyes del gobierno de Dios . . . Al engarzar la verdad en la trama de la propia ley de Dios, permitió que resplandeciera con su lustre original y celestial . . . (foto Cristo tuvo que morir para engrandecer la ley dada en Éxodo 20:1-17).

Entronizó los preceptos divinos junto con la realeza de las verdades eternas e incorruptibles, que llevaban la sanción de Dios, Fuente de toda verdad.-MS 125, 1901. 58
G. W.

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