Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra. (Apoc. 20: 7, 8).
Al fin de los mil años vendrá la segunda resurrección. Entonces los impíos serán resucitados, y comparecerán ante Dios para la ejecución del juicio "decretado". Así el escritor del Apocalipsis, después de haber descripto la resurrección de los justos, dice: "Los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años" (Apoc. 20: 5). (foto. Satanás como príncipe de este mundo).
En Isaías declara, con respecto a los impíos: "Serán juntados como se juntan los presos en el calabozo, y estarán encerrados en la cárcel; y después de muchos días serán sacados al suplicio"(Isa. 24: 22, VM). [serán amontonados en motón los prisioneros en el pozo, serán encerrados en la cárcel y al cabo de muchos días serán visitados (Isa. 24: 22 B.de Jerusalen). (foto. En su ultima desesperación manda destruir la ciudad celestial).
Entonces Satanás se prepara para la última tremenda lucha por la supremacía. Mientras estaba despojado de su poder e imposibilitado para hacer su obra de engaño, el príncipe del mal se sentía abatido y desgraciado; pero cuando resucitan los impíos y ve las grandes multitudes que tiene a su lado, sus esperanzas reviven y resuelve no rendirse en el gran conflicto.
Alistará bajo su bandera a todos los ejércitos de los perdidos y por medio de ellos tratará de ejecutar sus planes. Los impíos son sus cautivos. Al rechazar a Cristo aceptaron la autoridad del jefe de los rebeldes. Están listos para aceptar sus sugestiones y ejecutar sus órdenes. (foto. Hombres morirán rápidamente, pero otros su muerte sera lenta).
No obstante, fiel a su antigua astucia, no se da por Satanás. Pretende ser el príncipe que tiene derecho a la posesión de la tierra y cuya herencia le ha sido arrebatada injustamente. Se presenta ante sus súbditos engañados como redentor, asegurándoles que su poder los ha sacado de sus tumbas, y que está a punto de librarlos de la más cruel tiranía.
Al no estar presente Cristo, Satanás obra milagros para sostener sus pretensiones. Fortalece a los débiles y a todos infunde su propio espíritu y energía. Propone dirigirlos contra el campamento de los santos y tomar posesión de la ciudad de Dios.
(foto. todos resucitan para ser destruidos, esta es entraña obra).
En un arrebato belicoso señala los innumerables millones que han sido resucitados de entre los muertos, y declara que como jefe de ellos es muy capaz de destruir la ciudad y recuperar su trono y su reino.
G. W.
SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
Hace 20 horas
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