Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 1 Juan 2:14.(foto.Misioneros en Asia).
Hay muchas maneras en las cuales la juventud puede encontrar oportunidades para un esfuerzo útil. . . En esta obra final del Evangelio hay un vasto campo que ha de ser ocupado; y, más que nunca antes, la obra consiste en alistar ayudantes entre la gente común. Tanto los jóvenes como los mayores serán llamados del campo, de la viña y del taller y enviados por el Maestro para dar su mensaje.
Muchos de éstos pueden haber tenido muy poca oportunidad para educarse, pero Cristo ve en ellos cualidades que los capacitarán para cumplir su propósito. Si ellos ponen sus corazones en la obra y continúan aprendiendo, él los preparará para trabajar por él.
Sean muchos o pocos vuestros talentos recordad que lo que tenéis es sólo un depósito que se os ha confiado. Dios os está probando de esta manera y os da la oportunidad de demostrar vuestra fidelidad. . . A él pertenecen las facultades de vuestro cuerpo, vuestra mente y vuestra alma, y para él deben ser usadas.
Vuestro tiempo, vuestra influencia, vuestra capacidad, vuestras habilidades: de todo deberéis dar cuenta a AQUEL QUE LO DA TODO.
El joven que halla gozo y felicidad en leer, la Palabra de Dios y en la hora de la oración es constantemente refrescado por las corrientes de la Fuente de la vida.
Alcanzarán una altura de excelencia moral y una amplitud de pensamiento que otros no pueden concebir. La comunión con Dios estimula los buenos pensamientos, las aspiraciones nobles, la percepción clara de la verdad, y los elevados propósitos de acción.
Los que así ponen sus almas en comunión con Dios son reconocidos por él como sus hijos e hijas. Se elevan cada vez más, obteniendo visiones más claras de Dios y de la eternidad, hasta que Dios hace de ellos conductos de luz y de sabiduría para el mundo.
Con semejante ejército de obreros, como el que nuestro jóvenes, bien preparados, podría proveer, ¡cuán pronto se proclamaría a todo el mundo el mensaje de un salvador crucificado, resucitado y próximo a venir ! ¡Cuán pronto vendría el fin: El fin del sufrimiento, del dolor y del pecado!. (foto.Jóvenes misioneros que van a la viña del Señor).
SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
Hace 21 horas
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