Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. (Sal.90:12).El año nuevo es un día especial para casi todo. Cierta vez Clarlos Lamb comento, que nunca nadie lo toma con indiferencias. Y tenía razón, porqué este día en particular es la puerta al futuro y el momento más adecuado de todo el año para nuestro comienzos.
Afredo Tennyson recordaba que cuando niño, al acostarse temprano em vísperas de Año Nuevo, le pedía a su madre: "Por favor, despiertame temprano;llámame querida. Mañana será el momento más feliz de todo el alegre Año Nuevo"
Carlos Dickens comparó el día de Año Nuevo con "un niño", heredero de todo el mundo,esperado con bienvenidas, presentes y alegrías". Un poeta moderno percibió el día del Año Nuevo como el momento de "revivir antiguos deseos", cuando"el alma meditababunda se retira a ña soledad".
Hace poco laencuesta realizada por periódico indicó que, aunque no muchas personas toma ya resoluciones formales de Año Nuevo, la gran mayoría reflexiona seriamente sobre el año pasado y, por lo menos, piensa con ilusión en el año que está por delante.
Uno trecuerda la legendario Fortuna que cuando se ponía su gorra de los deseos ésta podía transportarlo instantáneamente a cualquier lugar en cualquier momento. ¿A quién no le gustaría tener esa gorra hoy, a fin de desear para uno mismo momento deliciosos para cada día del año? No obstante, Forturas es tan tan sólo un personage imaginario. No existe un lugar real donde uno pueda comenzar con todo nuevamente. Pero en realidad, existe un momento de comenzar de nuevo, y éste es el día.
Un año nuevo es el más antiguo don del cielo al hombre. Con anhelosa anticipación podemos recibirlo como una caja de alabastro de preciosos presentes: talentos de tiempo para utilizrlo prudentemente, joyas de fe, valor para realizar nuestro testimonios sobre Cristo, ocasiones especiales de servicio en favor de los necesitados.
Es emocionante contemplar ante los portales de enero los senderos de un año que aún no ha sido transitado. ¡Qué apasionante perspectiva para que la juventud comprenda que estos días bien pueden abarcar las decisiones más trascendentales de su vida! ¡Qué incalculable privilegio para que los padres prudentes influyan en favor de la justicia en lo
s amados niños que el Cielo ha confiado temporariamente a us cuidado!¡Con qué gratitud eñ creyente maduro puede ver los días futuros como oportunidades inapreciables para perfecionar el carácter para el día que se apresura, cuando todos conoceremos así como somos conocido! Resolvamos, con la ayuda de Dios, que este Año Nuevo sea mejor que cualquiera anterior. (Año bíblico: Gén. 1-3).
F. O. Rittenhouse.
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