sábado, 15 de febrero de 2014

¿BASTA DECIR?

El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. 1º Juan. 2:4.

"Soy cristiano; pertenezco a Cristo; estoy en el camino que va al cielo".  ¡Formidable!  Está  sería una frase maravillosa, digna de basar la vida en ella, si todos al formularla realmente quisiéramos decir lo que estamos diciendo.(foto. Los fariseos creían en Dios, y pretendían guardar la ley).

Juan escribió en su ancianidad para los creyentes de Efeso, o de Asia Menor, donde el había ejercido su ministerio.  El tema de Juan es el amor. El marco es una exhortación sencilla aunque profundamente espiritual.  El amor viene de Dios (ver.7); Dios nos amó y envió a su Hijo; por lo tanto, debiéramos amarnos (ver.10-11). Al amarnos el perdón es la consecuencia de ese amor.

Pero Juan va más aya.  La herejía contra la cual lucha Juan ha sido identificada como una especie de protognosticismo, que enseñaba un conocimiento falso.  La formas de gnosticismo: es sobre la enseñanza de Cerinto. La herejía de ambos se refería a la naturaleza de Cristo.  Juan alude a esos cristianos que enseñan doctrinas engañosas en la iglesia, pues Cristo había hecho claro que el que está dispuesto a recibir la verdad, le será revelada (Juan 7:17).

Lo cierto es que desde final del siglo I, hasta Lutero, se ha introducido doctrinas que no están de acuerdo con la palabra de Dios.  Y muchos cristianos dicen: La ley se clavo en la cruz. Yo pregunto: ¿Que ley? La ceremonial o ritual  de los diez mandamientos de Éxodo 20.  El apóstol Juan afirma con claridad que ser cristiano implica más que decir y ora.  Muchas veces hemos escuchado estas palabras: Soy cristiano; y voy al cielo; pertenezco a Cristo.  Pero si no haces lo que Cristo dice, eres mentiroso.  Si, o no.

"Muchos están diciendo continuamente: Todo lo que tenemos que hacer es creer en cristo.  Pretenden que todo lo que se necesita es fe.  En sentido pleno, esto es verdad; pero ellos no están tomando esto en su sentido pleno.  Creer en Jesús es tomarlo como nuestro Redentor y modelo.  Si moramos en él y él mora en nosotros, somos participantes y hacedores de su palabra.

El amor de Jesús en nuestro corazón conducirá a la obediencia de todos sus mandamientos.  Pero el amor que no pasa más allá de los labios es un engaño; no salvara una sola alma.  Muchos rechazan la verdad de la Biblia, al mismo tiempo que profesan un gran amor por Jesús;  pero el apóstol Juan declara:  "El que dice: Yo le conozco y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él".
 
Juan lo tenia muy claro, cuando anunció las erigías que estaba entrando en la iglesia.  ¿Pero cuantas erigías han entrado en las iglesias llamadas cristianas? No todo el que me dice "Señor Señor" entrara en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que esta en los cielos. (foto. Cristo indica el camino, la decisión es solamente tuya)

Aceptar a Cristo es más que una mera afirmación verbal; incluye la confesión del pecado, el perdón del pecado, la obediencia a los diez mandamientos de Dios, la vida victoriosa por medio fortaleza impartida, y de la morada interior de Cristo en el alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario