
Puede parecemos maravilloso que Juan haya visto a Cristo como es, y que Cristo se haya dirigido por sí mismo a las iglesias. Pero debemos recordar que la iglesia, por más debilitada y defectuosa que sea, es el único objeto de la tierra al cual Cristo c
Constantemente la está vigilando con solicitud, y la está fortaleciendo con su santo Espíritu. ¿Estaremos dispuestos, nosotros, como miembros de su iglesia, a permitirle que dirija nuestra mente y que trabaje por medio de nosotros para su gloria?-MS 155, 1902. (foto. La iglesia esta representada con una mujer pura, sin contaminación).
Cristo ama a su iglesia. Dará toda la ayuda necesaria a los que pidan fortaleza para desarrollar un carácter cristiano. Pero su amor no es debilidad. No transigirá con sus pecados, ni les dará prosperidad mientras sigan una conducta torcida. Sus pecados serán perdonados sólo en virtud de un fiel arrepentimiento; porque Dios no cubrirá el mal con el manto de su justicia.
Honrará el servicio fiel. Bendecirá abundantemente a los que revelan a sus se
Que demuestren, mediante la palabra y la acción, que obedecen las leyes que se obedecen en el cielo.-MS 52, 1901.
El amor de Dios por su iglesia es infinito. El cuidado que manifiesta hacia su heredad es incesante.-GCB T3, No. 7, 162, 1899. 16
G.W.
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