LA FRUSTACIÓN DE UNA CIUDAD.

¡Jerusalén, Jerusalén. . . Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como las gallinas junta sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! Mat. 23:37.

¡Jerusalén! Hace referencia a Lc. 13:34. En la época de Cristo toda la esperanza del pueblo judío estaba puesta en Jerusalén, como capital de lo que quedaba de esa nación. 

La ciudad era el símbolo del orgullo y de la fuerza de la nación de Israel. ¿Ha cambiado algo después de 21 siglos? ¡No! Dios a través del tiempo siempre mando un profeta, para que Israel cambiara su actitud. 

Pero nunca comprendió el mensaje de los profetas. Estos hombre sabios nunca fueron comprendidos, unos fueron serrados, otros hervidos en agua caliente, y otros muerto as pedradas. Estos profetas procuraban aplicar a la vida de la nación los principios allí enunciados (prov.1:2). 

Los sabios eran aquellos, hombres prudentes cuya dirección era digna de confianza. No era dirigentes “ciegos” como los escribas. No eran dirigentes “ciegos” como los escribas y fariseos (Mat. 23:16-17). 

Esteban murió para satisfacer el deseo de los escribas y de los fariseos de derramar la sangre de los portadores de Dios (Hech.7:59) Y el odio de los judíos condujo el segundo arresto de Pablo y a su ejecución (2º Tim. 4:6-8; Hap 390,497). 

Jesús quiso juntar a Israel en un pueblo unido en Dios. Nunca se oyó de los labios de Jesús un expresión más conmovedora y de mas tierna solicitud (Luc. 15:7). Estaba por caer la sentencia para Israel, Dios debería rechazar a los judíos como pueblo escogido (Mat. 23:38). 

La misericordia y la longanimidad de Dios para con los pecadores impenitente la encontramos en esta declaración. ¿Quiero yo la muerte del impío? Dice el Señor Jehová. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? Que no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehová; convertíos pues,y viviréis. Ezq. 18:23,31-32). 

Israel tomo su propia elección y fue destruida en el año 70 d.C. Todos los esfuerzos que hizo Cristo fueron inútil para salvar al hombre. Israel no podía entender cuánto Cristo amaba a Israel. 

El mismo llamado hace Dios al hombre para salvarlo de una muerte eminente, pero como en antaño la mente del hombre esta cautivada por este siglo. 

Y dentro de los cuales esta el pueblo de Dios. Me doy cuenta de la situación de tibieza que hay en la iglesia en muchos lugares. 

Y me pregunto como se debe de sentir Dios.Todos los esfuerzos que está haciendo por ti y por mi para que seamos ser salvos. 

¡Responderás tú!, ¡responderé yo! Permitamos responder a su llamado por la regeneración del Espíritu Santo. 

La vida eterna esta a un paso, el tiempo es corto. ¿Que decisión tomaras tú? Espero verte en el cielo y contarme tu experiencia y darnos un fuerte abrazo. Amen.

MARANATA.

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