jueves, 5 de abril de 2018

EL ALIMENTO DE DIOS.


Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibir el Espíritu Santo. Juan 20:22.
Este derramamiento del espíritu Santo era parcial de la promesa de los (cap. 14:16-18; 16:7-15). El derramamiento pleno vino 50 días después con el Pentecostés (Hech.2). 

Se cuenta la experiencia de John Bunyan fue reclutado para el ejercito de su majestad en 1644 con la edad de 16 años. John Bunyan tuvo una experiencia con el Señor, Dios vio cualidades en este joven. 

Un buen día pasaba por una calle y estaban “cuatro mujeres hablando sobre las cosas de Dios”, y el hoyo la conversación y el Señor el deseo de conocer más de este mensaje y del Salvador y su salvación. 

Estas mujeres sabían el significado de tener el aliento del Espíritu de Dios, como Bunyan mas tarde testificó: “Y, me pareció, oírles con gozo y con tanto entusiasmo; que sabían interpretar la biblia, con gracia y entusiasmo. 

Me llegue a ellas para inquerir más de esas verdades, ya que para mi era como si hubiese encontrado un nuevo mundo”. (G. A .to the Chief of Sinmers, p. 26, 27).

Los discípulos de Jesús encontraron un nuevo mundo cuando fueron plenamente convertidos y recibieron el Espíritu Santo, el cual Jesús alentó en ellos.

De la misma manera el Espíritu Santo se convirtió en una vida poderosa en las vidas de esos reformadores que ya hemos mencionado. 

El comentario de Pablo sobre la epístola a los Galatas, Martín Lutero enseñaba sobre la obra del Espíritu Santo, Es el que nos abre la mente para comprender la verdadera libertad, y salir de la esclavitud de donde estábamos. 

En efecto, al encontrar el fruto del gozo y el servicio de Gálatas, reclamo el derecho de predicar “sobre la base de la obra del Espíritu dentro de él y el reconocimiento de la iglesia y su llamamiento. 

Dios tiene un pueblo el cual le es fiel, y guarda sus mandamientos, ya que estos no son gravosos. El Espíritu Santo se esta derramando paulatinamente sobre hombres y mujeres, por todo el mundo. 

Esta es la promesa de Dios para los últimos tiempos de la historia de la humanidad. Mucho correrán de aquí para ya, y la Palabra se es tendera como fuego consumidor. Pero muchos del pueblo de Dios se perderán oh nos perderemos, por causa de nuestra infidelidad. 

Es necesario que oremos día y noche por el derramamiento del Espíritu de Dios. Y que la lluvia tardía caiga sobre su pueblo. Todo se ha cumplido, las profecías del Daniel 7. 

Está apunto de acabarse, sólo falta la ley del hombre de pecado,para subyugar al pueblo de Dios. Bajo la dirección del espíritu Santo, usted descubrirá continuamente nuevas profundidades de la Palabra.
MARANATA.
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