También vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. (Mat. 24: 44).
Suponed que Cristo apareciera hoy en las nubes del cielo, ¿quién. . . estaría listo para encontrarse con él? Suponed que fuéramos trasladados al reino de los cielos así como estamos. (foto. El tiempo se acaba).
¿Nos hallaríamos preparados para unirnos con los santos de Dios, y vivir en armonía con la familia real, los hijos del Rey celestial? ¿Qué preparación habéis hecho para el juicio? ¿Estáis en paz con Dios?. . .
¿Estáis procurando ayudar a los que os rodean, los que están en vuestro hogar, en vuestro vecindario, a aquellos con quienes os relacionáis y que no guardan los mandamientos de Dios?. . . Recordad que la profesión carece de valor sin una práctica que se entreteja con la vida diaria. (foto. Nuestro progimo).
Dios sabe si en verdad estamos observando su ley. Conoce lo que hacemos, pensamos y decimos. ¿Nos estamos preparando para encontrarnos con el rey? Cuando venga en las nubes del cielo con poder y grande gloria, ¿podréis decir:
"He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvara"? (Isa. 25: 9.) A los que puedan decir esto Cristo les dirá: "Venid más alto. En esta tierra me habéis amado. Estuvisteis dispuestos a hacer mi voluntad. Podéis entrar ahora en la Santa Ciudad y recibir la corona de la vida eterna". (foto. Cristo Viene ya).
Si fuera posible que se nos admitiera en el cielo como estamos, ¿cuántos de nosotros podríamos mirar a Dios? ¿Cuántos de nosotros tenemos el vestido de bodas? ¿Cuántos de nosotros estamos sin mancha ni arruga o alguna cosa semejante? ¿Cuántos de nosotros somos dignos de recibir la corona de la vida?. . .
Este es el tiempo de que disponemos para lavar y planchar: El tiempo cuando hemos de lavar nuestros vestidos en la sangre del Cordero. . . ¿No permitiremos que el pecado se aleje de nosotros?. . . (foto. ¿As lavado tu ropa o todavía esta sucia?)
Os ruego, hermanos y hermanas, que trabajéis con fervor para aseguraros la corona de la vida eterna. La recompensa será digna del conflicto, digna del esfuerzo. . . En la carrera que estamos corriendo, cada uno puede recibir la recompensa ofrecida: La corona de la vida eterna.
Yo anhelo esa corona; quiero decir que deseo lograrla con la ayuda de Dios. Quiero significar que me aferraré a la verdad, hasta que pueda ver al Rey en su hermosura. (foto. Los salvos llevaran su corona).
G.W.
SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
Hace 21 horas
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