
Necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima plaga. Las potencias del mal no abandonarán el conflicto sin lucha.* En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, diciendo: "Hecho es" (Apoc. 16: 17).
Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Síguese un gran terremoto, "cual no

Los montes son movidos como una caña al soplo del viento, y las rocas quebrantadas se esparcen por todos lados. Se oye un estruendo como de cercana tempestad. El mar es azotado con furor. (Foto. El mar destruye las islas y ciudades).
Se oye el silbido del huracán, como voz de demonios en misión de destrucción. Toda l

Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfurecidas olas. "La grande Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su ira" (vers. 19). Pedrisco grand

Las más soberbias ciudades de la tierra son arrasadas. Los palacios suntuosos en que los magnates han malgastado sus riquezas en provecho de su gloria personal, caen en ruinas ante su vista. Los muros de las cárceles se parten de arriba abajo, y son libertados los hijos de Dios que habían sido apresados por su fe.* 279 (foto. La gran ciudad llena de oro y de piedras preciosa cayo ante los príncipes de la tierra).
G.W.
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