LA CORRUCIÓN DE LA VERDAD.

Entonces, si alguno os dijere; Mirad aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Mat. 24:32.

Antes que ocurra los acontecimientos finales de la obra de la apostasía, habrá gran confusión en lo que concierne ala fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al misterio de la Divinidad. Una verdad tras otras se irá corriendo. (foto.Cristo se presentara como el relámpago y todo ojo lo vera).

Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio a toda la nación, comenzara a actuar todo medio concebibles de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que clamarán: "¡He aquí el Cristo" ¡Helo allí! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; el me ha enviado con gran luz".

Entonces se removerá los hitos y se tratará de derribar las columnas de nuestra fe. Se ará un esfuerzo más decidido para exaltar el falso día de reposo (el domingo) y despreciar a Dios mismo al remplazar el día que él bendijo y santificó (el Sábado). (foto. La maña resplandecerán cuando en las nubes iremos al encuentro de nuestro Dios).

Se pondrá en vigencia la observancia de este falso día de reposo mediante una ley opresiva [(Esta ley solo saldrá de los Estados Unidos de América, con la ayuda religiosa y política)].

En el furor surgirán engaños de todas clase, y necesitaremos tierra firme para nuestros pies. Necesitamos solidas columnas para el edificio [(El cristiano tiene que tener una compresión clara del santuario, del Sábado y de su fe)]

Ni un alfiler ha de quitarse de lo que el Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, [(cosas que esta haciendo ya)] como la doctrina de que no existe santuario. Este es uno de los puntos en que algunos se apartarán de la fe [(Otros sera sobre el Espíritu Santo,)].

Habra sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad, pero que alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido".

A medida que nos acerquemos al tiempo del fin, del error estará tan mezclado con la verdad que sólo los que cuenten con la dirección del Espíritu Santo podrán distinguir al uno de la otra.

Debemos hacer todo esfuerzo que sea necesario para mantenernos en el camino del Señor. En ningún caso debemos apartarnos de su conducción (la de Dios) para depositar nuestra confianza en el hombre.

Los ángeles del Señor tienen orden de vigilar estrictamente a los que confían en el Señor, y ellos han de ser nuestro especial auxilio en todo tiempo de necesidad. (foto. Dios siempre esta cuidando de su pueblo).

Cada día debemos ir al Señor en plena certidumbre de fe y acudir a él en procurar de sabiduría. . . Los que sean guiados por la Palabra de Dios discernirán con seguridad entre el error y la verdad, entre el pecado y la justicia.

G.W.