
Si queremos heredar la vida eterna, tenemos que realizar una gran obra. Debemos negar la impiedad y las concupiscencias mundanas, y vivir una vida de justicia... No hay salvación para nosotros fuera de Jesús, porque mediante la fe en él recibimos poder para ser hijos e hijas de Dios; pero no se trata de una fe pasajera, sino que es una fe que hace las obras de Cristo. . . La fe viva se manifiesta mostrando un espíritu de sacrificio y devoción hacia la causa de Dios.
Los que la poseen están bajo el estandarte del Príncipe Emanuel, y luchan exitosamente contra los poderes de las tinieblas. Están listos para cumplir cualquier orden dada por su Capitán. Cada uno es exhortado para que sea "ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Tim. 4: 12); porque debemos vivir "sobria, justa y piadosamente" en este mundo malo, exponiendo el carácter de Cristo y manifestando su espíritu...
Los que están relacionados con Jesús están en unión con el Hacedor y Sustentador de todas las cosas. Tienen un poder que el mundo no puede darles ni quitarles. Pero mientras se les dan grandes y señalados privilegios, no deben únicamente gozarse en esas bendiciones.
Como mayordomos de las múltiples gracias de Dios, deben convertirse en bendic
Si somos creyentes verdaderos en Jesús, reuniremos rayos de gloria y arrojaremos luz en el camino tenebroso de los que nos rodean. Revelaremos el bondadoso carácter de nuestro Redentor, y muchos serán atraídos por nuestra influencia a contemplar "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). (La familia debe representar la imagen de Cristo).
E. G. W.
No hay comentarios:
Publicar un comentario