Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. (Isa. 6: 5). (Foto. El profeta es purificado).
Los que experimenten la santificación de que habla la Biblia, manifestarán un espíritu de humildad. Como Moisés, contemplaron la terrible majestad de la santidad y se dan cuenta de su propia indignidad en contraste con la pureza y la alta perfección del Dios infinito.
El profeta Daniel fue ejemplo de verdadera santificación. Llenó su larga vida del noble servicio que rindió a su Maestro. Era un hombre "muy amado" (Dan. 10: 11) en el cielo. Sin embargo, en lugar de prevalerse de su pureza y santidad, este profeta tan honrado de Dios se identificó con los mayores pecadores de Israel cuando intercedió cerca de Dios en favor de su pueblo:
"¡No derramamos nuestros ruegos ante tu rostro a causa de nuestras justicias, sino a causa de tus grandes compasiones" "He pecado, hemos obrado impíamente" (Dan. 9: 18, 15). . .
Cuando Job oyó la voz del Señor de entre el torbellino, exclamó: "Me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y la ceniza" (Job 42: 6). Cuando Isaías contempló la gloria del Señor, y oyó a los querubines que clamaban: (Foto. Daniel necesitaba de la oración para estar firme y alado de Dios, sin oración no hay poder)
"¡Santo, santo, santo es Jehová!" "¡Ay de mí, pues soy perdido!" (Isa. 6: 3, 5, VM). Después de haber sido arrebatado hasta el tercer cielo y haber oído cosas que no le es dado al hombre expresar, Pablo habló de sí mismo como del "más pequeño de todos los santos" (2 Cor 12: 2-4; Efe. 3: 8).
Y el amado Juan, el que había descansado en el pecho de Jesús y contemplado su gloria, fue el que cayó como muerto a los pies del ángel. (Apoc. 1: 17.)
No puede haber glorificación de sí mismo, ni arrogantes pretensiones de estar libres de pecado por parte de los que andan a la sombra de la cruz del Calvario. Harta cuenta se dan de que fueron sus pecados los que causaron la agonía del Hijo de Dios y destrozaron su corazón; y este pensamiento les inspira profunda humildad.Foto. El Juez se sentara y toda carne sera juzgada por la ley)
Los que viven más cerca de Jesús son también los que mejor ven la fragilidad y culpabilidad de la humanidad, y su sola esperanza se cifra en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado.* 234
G. W.
SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
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