martes, 20 de abril de 2010

UN TRÁGICO CAMBIO

"Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él" (Juan 8:44).

Al referirse a Satanás, Cristo dijo: "No ha permanecido en la verdad". Hubo un momento cuando Satanás mantuvo una relación con Dios, Jesucristo y los santos ángeles. Se lo enalteció en los cielos e irradiaba la luz y la gloria que provenían del Padre y el Hijo, pero llegó a ser desleal y perdió su santidad y su posición como querubín protector. Llegó a oponerse a Dios, apostató y se lo excluyó del cielo. Estableció su imperio y plantó el estandarte de su rebelión contra la ley de Jehová. Invitó a las fuerzas del mal a agruparse en torno a su bandera con el fin de establecer una desesperada confederación maligna para luchar contra el Dios del cielo. Luchó con perseverancia y determinación para perpetuar su rebelión y hacer que los miembros de la familia humana se apartasen de la verdad de la Biblia y se pusieran bajo su estandarte.

Tan pronto como el Señor, por medio de Jesucristo, creó nuestro mundo y colocó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, Satanás proclamó su propósito de transformar a su semejanza a los padres de la humanidad y enrolarlos en las filas de su rebelión. El enemigo estaba decidido a borrar la imagen de Dios de toda descendencia humana a implantar la suya propia en lugar de la divina. Y con el fin de lograr sus propósitos adoptó métodos de engaño. Se lo llamó el padre de mentira, acusador de Dios y de quienes son leales a él y asesino desde el principio. Utilizó todo medio disponible con el fin de lograr que Adán y Eva cooperaran con él en la apostasía y logró introducir la rebelión en nuestro mundo.

Toda la vasta y compleja maquinaria de las agencias del mal se ha puesto en acción en estos últimos días. Generación tras generación, época tras época, Satanás ha reunido a los instrumentos humanos por medio de quienes ejecuta sus propósitos diabólicos con el fin de imponer sus planes y estratagemas en la tierra. La putrefacta fuente de maldad ha fluido continuamente a través de la sociedad humana. Al ser incapaz de destronar al Altísimo, Satanás ha atribuido a Dios sus propias características y ha reclamado para sí los atributos divinos. Es un engañador y por medio de su agudeza sinuosa, de sus prácticas tramposas, ha orientado hacia él todo el honor y la honra que los seres humanos deben brindarle a Dios y ha interpuesto su trono satánico entre los adoradores humanos y el divino Padre (Manuscrito 39, 1894).

E. G. White

lunes, 19 de abril de 2010

YO TE SEGUIRÉ, ¡OH CRISTI! .


Y le dijeron sus hermanos: “Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus disdpulos vean las obras quehaces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo Juan 7:3,4.

Las razones de seguir a Cristo varían de persona en persona. Muchos vienen por los panes y los peces; otros, por pura gratitud, le dicen “muéstrame dónde moras': con la intención de estar siempre con él. Otros siguen a Cristo por el amor mostrado por el Salvador. Y muchos porque creen firmemente en él como Redentor.

Los hermanos de Jesús tenían sus propias razones para seguirle. No era precisamente porque creyesen en él, sino porque, como los discípulos, también tenían sueños de grandeza temporal. Esperando lograr así lo que no habían obtenido hasta entonces, lo desafiaron para que se revelase al mundo.

“Yo te seguiré, ¡oh Cristo!” es un himno conocido que entonamos sobre todo en momentos de bautismos o de un llamado al altar, pero es muy apropiado considerar las palabras de este canto cada día. La pregunta que se debe hacer es: “Y yo, ¿por qué sigo a Cristo? ¿Qué espero yo sacar de esa relación? ¿Lo estoy siguiendo por los panes y los peces o lo hago porque es mi Salvador?”
Están también los que no creen en él ni desean dar un solo paso para ser usados por el Señor para la testificación al mundo. El amor por las ganancias terrenales hace que los hijos de Dios controlados por la avaricia se nieguen a testificar y prefieran que el mismo Cristo vaya o que mande a otro.

“El tentador ofrece siempre ganancia y honores mundanos para apartar a los hombres del servicio de Dios. Les dice que sus escrúpulos excesivos les impiden alcanzar prosperidad. Así muchos se dejan desviar de la senda de una estricta integridad. Después de cometer una mala acción les resulta más fácil cometer otra, y se vuelven cada vez más presuntuosos. Una vez que se hayan entregado al dominio de la codicia y a la ambición de poder se atreverán a hacer las cosas más terribles. Muchos se lisonjean creyendo que por un tiempo pueden apartarse de la probidad estricta... y que, después de haber logrado su fin, podrán cambiar de conducta cuando quieran. Los tales se enredan en los lazos de Satanás, de los que rara vez escapan” (PP 468, 469). xodo 3:1-4:31;Juan 7:1-53

Pr. Israel Leito

domingo, 18 de abril de 2010

NO HAY EXCUSA PARA EL PECADO.

"Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste la sabiduría a causa de tu esplendor" (Eze. 28:17).

El pecado de Lucifer es inexplicable. Satanás actuó deslealmente con Dios. Sus quejas y murmuraciones despertaron simpatías en medio de las huestes angélicas y muchos adoptaron la misma actitud. ¿Cómo deshizo el Señor la fuerza de estas acusaciones?

A causa de la influencia de las acusaciones de Satanás, Dios decidió no tratar al enemigo en la forma que lo merecía. El tentador proyectaría la culpa de sus acciones sobre algunos de sus subordinados. Intentaría dar la apariencia de que si todo hubiera ocurrido según su propio juicio, esta manifestación de rebelión se habría evitado.

El poder condenador de Satanás lo conduciría a instituir una teoría de justicia inconsistente con la misericordia. Él afirma ser la voz y el poder de Dios. Sostiene que sus decisiones son justas, puras y sin fallas. Es así como asume su postura desde el asiento del juicio declarando que sus pronunciamientos son infalibles. Pero su justicia carente de misericordia no es más que una falsificación de la verdadera justicia: algo que Dios aborrece.

Pero, ¿cómo podría saber el universo que Lucifer no es un líder justo y confiable? Ante ellos parece ser justo. No pueden ver, como Dios lo hace, más allá de la apariencia exterior. Tampoco conocen como Dios conoce. La labor de desenmascararlo y demostrar ante las huestes angélicas que sus juicios no son los de Dios, que él ha establecido su propia norma, exponiéndose así a la justa indignación divina, crearía una condición que debía ser evitada.

Por causa del poder engañador de Satanás muchos ángeles abandonaron su fidelidad a Dios. Dios es justo y recto. Satanás estaba equivocado y no tenía duda alguna de su error. Ahora debía escoger, o se sometía a la autoridad divina o mentía para sostener su posición. Por medio de falacias y engaños logró cierta ventaja que no se prolongó por mucho tiempo. Dios no miente, él se mueve en forma recta. Es posible que Lucifer diga la verdad cuando conviene a sus propósitos, pero será sinuoso y deshonesto para evitar la humillación y la derrota...

Satanás logró triunfar en aparente superioridad, pero por medio de engaños escondió su verdadero carácter y objetivo. No se podía presentar de una vez ante el universo el verdadero carácter de Satanás. Era necesario permitir que continuara su inescrupuloso y fraudulento curso de acción hasta que se revelara como acusador, engañador, mentiroso y asesino. En el acto final, Satanás perdería todo el afecto del universo leal. La muerte del Hijo de Dios desenmascaró por completo al engañador (Carta 16a, 1892).

E. G. White

sábado, 17 de abril de 2010

HABLA CON DULZURA.


El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber Prov. 16:21.

¡Palabras! ¡Palabras! ¡Palabras! “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”,* dijo Jesús un día, dirigiéndose a un grupo de religiosos que usaban el instrumento llamado “palabra” para destruir vidas. Hoy viene Salomón y dice: “la dulzura de labios aumenta el saber”.

Los fariseos a quienes Jesús se dirigía aquel día, tal vez no estaban airados al hablar, pero ciertamente estaban completamente equivocados en la manera de decir las cosas. Y si es verdad que “de la abundancia del corazón habla la boca”, entonces el problema de los fariseos no estaba en la boca, sino en el corazón.

El otro día fui al médico. Me preguntó qué sentía. Le dije que me estaba sintiendo cansado físicamente. El médico me hizo sentar y dijo: “Abra la boca y muéstreme la lengua”. Dentro de mí pensé: “Qué tiene que ver el cansancio físico que estoy sintiendo con mi lengua?”

En la vida espiritual, también es así. La lengua, el modo como usamos la palabra, revela lo que hay en el corazón. Si tú no tienes una experiencia viva con Dios y él no puso en orden tu mundo interior, ¿cómo pueden tus palabras ser dulces y edificantes?

En el versículo de hoy, el autor comienza diciendo: “El sabio de corazón...” y después menciona la dulzura de la palabra. Se confirma así la relación directa entre el corazón y las cosas que decimos y cómo las decimos.

Hubo un hombre en el primer siglo, que usaba sus palabras y actitudes para atacar y perseguir a los cristianos. Un día, en camino hacia Damasco, se encontró con Jesús y a partir de ese instante su boca se transformó en un instrumento para anunciar las buenas nuevas de salvación. Su nombre era Saulo de Tarso. Transformando, pasó a llamarse Pablo.

Todos podemos encontrarnos diariamente con Jesús, y ser sabios. El corazón del hombre sabio es un manantial de bendiciones. Sus palabras son agua fresca para aliviar el cansancio de la gente que sufre por causa de las presiones de este mundo injusto.

¿Te gustaría ser un manantial de bendiciones? ¿Podrías proponerte en tu corazón usar tus palabras, consciente y decididamente, para curar heridas, aliviar dolores y restaurar a los tristes? Acuérdate que: “El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber”.
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* Mat. 12:37

Pr. Alejandro Bullón

viernes, 16 de abril de 2010

POR SUS FRUTOS.

"Así que, por sus frutos los conoceréis" (Mat. 7:20).

Cuando los servidores de Dios recurren a la acusación, adoptan el principio de Satanás para echar fuera a Satanás. Esto no tendrá éxito. Por el contrario, Satanás lo tendrá. El enemigo trabaja sobre las mentes humanas inculcando principios fraudulentos. Estos serán adoptados y ejecutados por quienes pretenden ser leales y fieles al gobierno divino. ¿Cómo podemos saber que son mentirosos y desleales? "Por sus frutos los conoceréis".(foto Cristo revela el futuro)

El Señor vio la forma como Satanás usa su poder y estableció la verdad en contraste con la falsedad. Vez tras vez, durante el conflicto de los siglos, Satanás estuvo a punto de ser convencido y de admitir su error. Pero aquellos a quienes había engañado estaban preparados para acusarlo de haberlos abandonado. ¿Qué podía hacer? ¿Someterse a Dios o continuar en el engaño? Satanás decidió negar la verdad y refugiarse en la distorsión y la falsificación. El Señor permitió que Satanás continuara en su curso de acción y demostrara sus principios.

Dios afirmó su posición, mantuvo consigo los mundos no caídos y el universo celestial, pero el precio fue terrible. Su Hijo fue entregado como víctima de Satanás. El Señor Jesucristo reveló un carácter completamente opuesto al de Satanás. Así como el sumo Sacerdote se despojaba de sus espléndidas vestiduras sacerdotales y oficiaba con las vestiduras de lino blanco propias del Sacerdote común, así también Cristo se despojó a sí mismo y tomando forma de siervo se ofreció personalmente, siendo sacerdote y al mismo tiempo la víctima expiatoria.(FOTO Satanas domina la mente)

Pero, al ocasionar la muerte del Soberano del cielo, Satanás asestó un golpe mortal a sus propios objetivos. La muerte del Hijo de Dios determinó que la muerte de Satanás fuera inevitable. Se le permitió que continuase hasta que su administración quedara expuesta ante los mundos no caídos y ante el universo celestial. Al derramar la sangre del Hijo de Dios, perdió toda simpatía y se reveló ante todos como mentiroso, ladrón y asesino.

Dios ve que este mismo curso de acción se sigue en el mundo entero. Los hombres y las mujeres concurren al lugar en que la ruta se divide hacia el bien o hacia el mal. Miles y miles de seres se revisten de lo que creen que es un disfraz impenetrable y eligen la senda del mal. Dios no fuerza a nadie. El permite que todos elijan libremente. Pero ha dicho: "Por sus frutos los conoceréis". El Señor no dará por sabios a quienes no puedan distinguir entre un árbol que produce frutos venenosos y un olivo (Manuscrito 57, 1896).

E. G. White

jueves, 15 de abril de 2010

¿EN QUÉ OCUPAS TU TIEMPO?


Cada uno se fue a su casa y Jesús se fue al monte de los Olivos Juan 1:53; 8:1

La oración es parte integral de las victorias del cristiano. Después de un largo día de labor y confrontación, los líderes religiosos y Jesús partieron a lugares diferentes a pasar la noche. Lo que ocurrió en esa noche es de mucha importancia, siendo que afectó la historia del día siguiente. Jesús se encaminó al monte de los Olivos, su lugar predilecto para orar y meditar. Los líderes, en cambio, fueron a sus casas. Las actividades del día siguiente nos dan una indicación de que no se fueron simplemente a dormir, sino a planear estrategias para buscar cómo sorprender a Jesús con preguntas y situaciones de las que esperaban que no le fuese posible escapar.

La malicia de su corazón no les permitió recapacitar y reconocer que Jesús era el Mesías esperado y que ellos tenían la oportunidad de aceptar la salvación que él les vino a ofrecer. Más bien, como dice la Palabra de Dios, dedicaron el tiempo para maquinar maldad sobre sus camas, “Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!” (Miq. 2:1). Vinieron con todas sus armas, con una mujer con quien muchos de ellos también habían pecado. Parecía que la trampa tendida a Jesús no tenía escapatoria. Pero Jesús, aparte de ser el Cristo, había pasado toda la noche en oración. Tales momentos de oración siempre lo fortalecían y le daban más vigor para seguir haciendo la obra que estaba haciendo.

¿Qué permitimos que ocupe nuestra mente en nuestro tiempo libre? Bien se ha dicho que “la mente desocupada es taller de Satanás' La forma como pasamos nuestro tiempo libre o los momentos de asueto servirá o bien para fortalecernos espiritualmente, o será causa de mayor debilidad cuando llegue el momento de crisis. Jesús se dedicó a orar, dejándonos con ello un ejemplo incomparable.

Las palabras que dirigió a sus discípulos con ocasión de su última sesión de oración en aquel lugar todavía tienen valor para nuestros tiempos: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mat. 26:41). Usemos nuestro tiempo para siempre elevar una oración al Padre, pidiendo fortaleza para resistir el mal y triunfar en el bien para gloria de su nombre.

Exodo 5:1-6:30; Juan 8:1-59

Pr. Israel Leito

martes, 13 de abril de 2010

ADORAR AL CREADOR Y REDENTOR

"Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mat. 4:10).

Los que obedecen serán bendecidos por Dios. El Señor promete que bendecirá a sus hijos, sus tierras y todo lo que toquen sus manos. ¿Crees que Satanás permitirá todo esto sin antes luchar por controlarlo todo?

El enemigo trabaja tan aguda y decididamente ahora como lo hizo en el Edén a fin de conquistar las mentes de Adán y Eva. La gente se congrega bajo su estandarte y él los envuelve con su poder. Pero todo aquel que comprende que el carácter de la ley de Dios es inmutable, estará del lado de Cristo. Si Dios hubiera cambiado un solo precepto de su ley con el fin de alcanzar a la humanidad caída, jamás hubiera sido necesario que Jesucristo viniese a dar su vida por nosotros.

¿Acaso Jesús murió para que la humanidad rindiese homenaje a los ídolos en vez de adorar a Dios, siendo que el mandamiento dice: "Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás"? "En el principio creó Dios los cielos y la tierra", ¿entonces qué? "Y reposó el día séptimo... y lo santificó" y lo entregó para que lo observes como un recordativo de Dios, un monumento que conmemora que él es el Dios viviente que hizo los cielos y la tierra en la que habitamos. El Señor creó los encumbrados árboles y recubrió de colores cada flor y les dio sus matices; hizo a los seres humanos y les dio el sábado. ¿Con qué propósito? Lo entregó para Adán y su progenie; el sábado era un regalo para toda generación futura. Si ellos hubieran obedecido el cuarto mandamiento, nunca hubiese habido un infiel en el mundo, porque el sábado testifica que él hizo "los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay"...

Sus manos están sobre las obras creadas. Entonces, ¿te resulta extraño que el diablo quiera invalidar la ley de Dios que es la norma de su carácter? Esta será la norma en el juicio cuando los libros se abran y cada ser humano sea juzgado de acuerdo a sus obras. Y los nombres escritos -¿cómo dice el Señor?- en las palmas de las manos te tengo esculpida". En ellas están grabadas las mareas de la crucifixión. La humanidad es propiedad divina; le pertenecen a Dios por creación y redención.

¿Qué le entregamos a Satanás cuando aceptamos que la ley de Dios debe ser abrogada? Le ofrecemos el universo entero, un Dios defectuoso, un Dios que hizo una ley tan imperfecta que finalmente debió invalidarla. Eso es lo que Satanás quiere. ¿Podemos trabajar en algún otro lado que no sea al lado del Señor? (Manuscrito 10, 1894).

E. G. White

lunes, 12 de abril de 2010

ODIA EL MAL

Los que amáis a Jehová, aborreced el mak él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra. Sal. 97:10.

Mucha gente, al leer este texto, piensa que es una orden arbitraria de un Dios intransigente. La orden es “aborreced el mal”. Lo peor todavía, es que viene acompañada de un aparente chantaje emocional: “Los que amáis”. Los que ven este texto desde este prisma, se olvidan de leer las dos promesas que el texto presenta: “él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra”. Ningún consejo divino es arbitrario. Sus órdenes muestran el camino de la felicidad.

¿De qué manera el “amar a Dios y apartarse del mal” guarda el alma de una persona? El mundo inconsciente es misterioso. Hay ocasiones cuando el hombre consciente es poseído por el miedo, no consigue administrar una situación dolorosa, y se escode; pero el inconsciente no tiene a dónde huir. El encara las situaciones más dolorosas y reacciona muchas veces a través de males físicos y emocionales. Por tanto, una persona que dice amar a Dios y no se aparta del mal, tarde o temprano, va a ver en su cuerpo o en sus emociones, las heridas que su vida incoherente le produce.

Cuando Dios aconseja a los que dicen andar en sus caminos, que detesten el mal, no está, simplemente, dando una orden arbitraria, sino que está preocupado por la felicidad de ellos.

La promesa es “guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra”. ¿A qué impíos se refiere? En el evangelio de San Mateo está registrada la parábola del deudor que fue perdonado, pero que luego él, a su vez, no quiso perdonar. La condenación para él fue: “Entonces el señor, enojado, le entregó a los verdugos”.* Aquel siervo malo fue entregado a sus verdugos porque no había coherencia en su vida. En el texto de hoy, Dios promete a los coherentes librarlos de la mano de sus enemigos, verdugos o fantasmas interiores que perturban el alma de aquel que dice amar a Dios y no se aparta del mal.

Hoy es un nuevo día. Gracias a Dios que cada amanecer trae una nueva oportunidad. Haz de este día, con la ayuda de Dios, un día de coherencia y de victoria. Toma en serio el consejo divino para una vida feliz: “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra”.
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*Mat 18:34.

Pr. Alejandro Bullón

domingo, 11 de abril de 2010

PONIENDO A UN LADO LA AUTORIDAD DIVINA


"Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario" (Eze. 28:18).

Lucifer no apreció como don de su Creador los altos honores que Dios le había conferido, y no sintió gratitud alguna. Se glorificaba de su belleza y elevación, y aspiraba a ser igual a Dios. Era amado y reverenciado por la hueste celestial. Los ángeles se deleitaban en ejecutar sus órdenes, y estaba revestido de sabiduría y gloria sobre todos ellos. Sin embargo, el Hijo de Dios era el Soberano reconocido del cielo, y gozaba de la misma autoridad y poder que el Padre. Cristo tomaba parte en todos los consejos de Dios, mientras que a Lucifer no le era permitido entrar en los designios divinos. Y este ángel poderoso se preguntaba por qué había de tener Cristo la supremacía y recibir más honra que él. (El conflicto de los siglos pág. 549).

El usurpador continuó justificandose hasta el mismo fin del conflicto en el cielo. Cuando se anunció que junto con todos sus simpatizantes debía ser expulsado de las moradas de gloria, entonces el caudillo rebelde atrevidamente expresó su desprecio por la ley del Creador. Condenó los estatutos divinos como una restricción de la libertad de sus seguidores y declaró que tenía el propósito de conseguir que la ley fuera abolida. Unánimemente, Satanás y su hueste echaron toda la culpa de su rebelión a Cristo, declarando que si no hubieran sido reprobados, nunca se habrían rebelado.
(Foto Satanás usa cualquier medio para destruir la Tierra)
La rebelión de Satanás habría de ser una lección para el universo a través de todos los siglos venideros, un testimonio perpetuo de la naturaleza y de los terribles resultados del pecado. La operación del gobierno de Satanás, sus efectos tanto sobre los hombres como sobre los ángeles, demostrarían cuál es el inevitable fruto de desechar la autoridad divina. Testificarían que el bienestar de todas las criaturas que Dios ha hecho depende de la existencia del gobierno divino y de su ley. De modo que la historia de este terrible ensayo de rebelión habría de ser una salvaguardia perpetua para todos los seres santos inteligentes, para impedir que fueran engañados en cuanto a la naturaleza de la transgresión, para librarles de cometer pecado y sufrir su castigo.

Dios puede retirar de los impenitentes las prendas de su maravillosa misericordia y amor en cualquier momento. ¡Ojalá los seres humanos pudieran considerar cuál será el resultado inevitable de su ingratitud hacia Dios y de su menosprecio de la dádiva infinita de Cristo para nuestro mundo! Si continúan amando la transgresión más que la obediencia, las actuales bendiciones y la gran misericordia de Dios que ahora disfrutan, pero que no aprecian, finalmente se convertirán en la causa de su ruina eterna (Manuscrito 125, 1907).

E. G. White

sábado, 10 de abril de 2010

¿CUÁNTOS DIOSES MÁS NECESITAS PARA CREER?

Jehová dijo a Moisés: “Mira, yo te he constituido como dios para Faraón y tu hermano Aaron sera tu profeta. Exodo 7:1

En el mundo de los negocios existe el dicho de que “el cliente siempre tiene razón": Sin embargo, se dice que para los japoneses, que están cerca de conquistar el comercio mundial, la relación cliente-ven dedor se expresa con la idea de que “el cliente es Dios' ¡tan importante lo ven!

En su mundo, y comparado con los más destacados miembros de aquella sociedad, Faraón era descollante Ni siquiera Moisés podía compararse con todo el boato de su corte. Pero Moisés tenía una misión encomendada por el Señor, quien hizo de su siervo un dios para Faraón, Aunque en los contactos iniciales entre ambos personajes Faraón cuestionó la existencia de Dios, su arrogante pregunta, basada en la ignorancia, acabó quedando en nada con el paso del tiempo, pues el rey egipcio, tras una serie de reveses incontrovertibles, acabó reconociendo que hay un Dios en el cielo cuyas órdenes deben ser acatadas.

La magnanimidad de Dios no debiera ser tomada nunca como debilidad. Que él suplique tiernamente al pecador no es razón para cuestionar su existencia. Faraón necesitó un “dios” para acabar viendo la luz. ¿Cuántos dioses son necesarios para convencernos de la realidad del Dios del cielo? Si abrimos nuestro corazón al Dios del cielo, no se necesitan más dioses para convencernos de la realidad del Señor. Hoy se presenta ante nosotros un nuevo día en el que podemos definir nuestra relación con Dios. Conscientes de ello, tenemos una nueva oportunidad de afianzar nuestra creencia en un solo Dios, porque sus obras en nuestra vida son incontrovertibles.

“La vida no es un juego; está llena de solemne importancia, cargada de responsabilidades eternas. Cuando consideremos la vida desde este punto de vista, nos daremos cuenta de nuestra necesidad de ayuda divina. Sentiremos vigorosamente la convicción de que una vida sin Cristo será una vida de completo fracaso; pero si Jesús habita en nosotros, viviremos para un propósito. Entonces comprenderemos que sin el poder de la gracia y el Espíritu de Dios, no podemos alcanzar la elevada norma que él ha colocado delante de nosotros” (RH 22 de septiembre de 1891).

Éxodo 7:1-8:32;Juan 9:1-41

Pr. Israel Leito

viernes, 9 de abril de 2010

RECUERDOS DEL CONFLITO.

"Y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector" (Eze. 28:16).

Estoy escribiendo en forma más completa El conflicto de los siglos, que contiene la historia de la caída de Satanás y narra la introducción del pecado en nuestro mundo. Tengo ahora una noción más clara que antes de la gran controversia entre Cristo, el Príncipe de la luz, y Satanás, el príncipe de las tinieblas. Al considerar las diversas estratagemas de Satanás destinadas a arruinar a los que caen y hacerlos semejantes a él, un transgresor de la ley de Dios, desearía que los ángeles de Dios vinieran a la tierra y expusieran este tema con toda su importancia.

Siento una intensa preocupación por quienes voluntariamente se apartan de la luz, del conocimiento y de la ley de Dios. Del mismo modo que Adán y Eva creyeron en la mentira de Satanás, "Seréis como dioses"; así también estas almas abrigan la esperanza de alcanzar las alturas por la desobediencia, y conquistar una posición de privilegio. Estoy tan ansiosa que, mientras otros duermen, paso horas en oración para que Dios se manifieste poderosamente a fin de romper este hechizo fatal que cautiva a las mentes humanas y las conduzca con sencillez a los pies de la cruz del Calvario. Sólo me apacigua el pensamiento de que estas almas han sido compradas por la sangre del Señor Jesús. Podemos amar a estas almas, pero sólo el Calvario testifica cuánto las ama el Señor. Y esta no es una obra nuestra, sino divina.(Lucifer expulsado del cielo)

Nosotros únicamente somos instrumentos en las manos del Señor, para hacer su voluntad y no la nuestra. Contemplamos los que desprecian al Espíritu de gracia y temblamos por ellos. Nos entristecemos y desilusionamos porque vemos que son desleales para con Dios y su verdad y al pensar en Jesús, quien las compró con su propia sangre, ese dolor se profundiza aún más. Daríamos hasta nuestras posesiones materiales a fin de salvar un alma, pero no podemos hacer esto. Porque aunque ofreciéramos nuestra vida misma para salvar un alma, este sacrificio sería en vano.

El mayor sacrificio se realizó en la vida, la misión y la muerte de Jesucristo. ¡Oh si la mente humana considerase la grandeza de este sacrificio! Entonces podría comprender la grandeza de la salvación (Testimonies for the Church, tomo 5, págs. 625, 626).

E. G. White

jueves, 8 de abril de 2010

IGNOMMA Y VERGÜENZA

Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, y con el deshonrador la afrenta. Prov. 18:3.

En el libro de Proverbios, la sabiduría y la insensatez son los únicos caminos que el hombre tiene ante sí. Tiene que escoger uno. No decidir es ya caminar por la senda de la insensatez. Al insensato la Biblia lo llama tonto y loco. La palabra hebrea para insensato es enél, que significa “falto de sabiduría”. No hay tragedia mayor que la falta de sabiduría.

El insensato cree que sabe todo y que no necesita que nadie le enseñe, y mucho menos si la enseñanza viene de un Dios al que no puede ver ni tocar. Obra tontamente. No tiene conciencia de sus actos. Se enorgullece y se yana- gloria de ellos.

Según el proverbio de hoy, el fin del insensato es vergüenza e ignominia. El tiempo se encarga de exponer su triste realidad ante las personas. Lo hizo con Saúl, el rey loco de Israel que despreció los consejos divinos y vivió una vida insensata, acabando derrotado por sus enemigos. Un día, estos cortaron y colgaron el cuerpo sin cabeza del insensato rey en el muro de Bet-sán, para que todas las personas lo vieran.*

Contrariamente a la vida del insensato, el sabio es aquel que escucha y sigue los consejos divinos. Al sabio, Dios lo libra de la vergüenza y de la ignominia. Lo exalta y lo coloca en las alturas de la tierra.

Si Dios es la fuente de la sabiduría, la persona es sabia sólo cuando vive en permanente compañerismo con él. Esa es la importancia de buscarlo en oración y meditación diaria. Pasar tiempo con Jesús no es perder tiempo. De él viene la inspiración, la sabiduría y la fuerza para vencer.

¿Necesitas sabiduría para tu matrimonio? ¿La necesitas en la vida, en los negocios, en el empleo, en tus relaciones humanas, como padre, como hijo, o simplemente como ser humano? Abre el corazón a Jesús y pídele su orientación para las difíciles situaciones que necesitas enfrentar hoy. Si lo haces así, todo va a salir bien. Si no, acuérdate que “Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, y con el deshonrador la afrenta”.
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1 Samuel 31:9,10

Pr. Alejandro Bullón

miércoles, 7 de abril de 2010

EL SIGNIFICADA DEL SABADO

"Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo" (Gén. 2: 1, 2).(Foto las Pleyades)

La filosofía humana declara que para la creación del mundo se necesitó un período indefinido de tiempo. ¿Presenta Dios el asunto en esta forma? No; él dice: "Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días [no seis períodos indefinidos de tiempo; porque entonces no habría manera posible en que el hombre pudiera observar el día especificado en el cuarto mandamiento) hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó". Leed por favor cuidadosamente el quinto capítulo de Deuteronomio. Dios dice de nuevo: "Acordarte has [no olvides] del día del reposo, para santificarlo... Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó".

Sin embargo, teniendo ante ellos los oráculos vivientes, aquellos que pretenden predicar la Palabra, presentan las suposiciones de mentes humanas, las máximas y los mandamientos de hombres. Anulan la ley de Dios por sus tradiciones. Los sofismas, como el que dice que el mundo ha sido creado en un período indefinido de tiempo, es uno de los engaños satánicos. Dios habla a la familia humana en un lenguaje que ésta puede comprender. El no deja el tema tan indefinido que los seres humanos puedan acomodarlo a sus teorías. Cuando el Señor declara que hizo el mundo en seis días y descansó en el séptimo, hace referencia a días de veinticuatro horas, que él ha señalado con la salida y la puesta del sol.

Dios no presentaría la sentencia de muerte por la desobediencia con respecto al sábado, a menos que hubiera presentado antes a los hombres una comprensión clara del asunto. Después que hubo creado a nuestro mundo y al hombre, él miró la obra que había realizado, y declaró que era muy buena. Y cuando los fundamentos de la tierra fueron colocados, el fundamento del sábado también lo fue. "Cuando las estrellas todas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios", Dios vio que el sábado era esencial para el hombre, aun en el Paraíso. Al darle el sábado al hombre, Dios consideró su salud física y espiritual.

Dios hizo al mundo en seis días literales, y en el séptimo día descansó de toda su obra que había hecho. Así ha dado al hombre seis días en los cuales trabajar... Al poner aparte así el sábado, Dios dio al mundo un monumento con memorativo. No apartó un día y cualquier día de los siete, sino un día específico, el séptimo día. Y al observar el sábado, manifestamos que reconocemos a Dios como el Ser vivo, el Creador de los cielos y la tierra (Carta 31, 1898).

G. White.

martes, 6 de abril de 2010

JEHOVÁ ES MI PASTOR.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,y me les doy vida eterna;y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Juan 10:27

El debate en el templo entre Cristo y los escribas y fariseos nos enseñan grandes lecciones. Sin embargo una de las más importantes es pasada por alto muy a menudo. Es la actitud de las ovejas. Si bien se cree que los animales no tienen conciencia y no piensan como nosotros, Cristo aquí revela que las ovejas . pueden identificar la voz del pastor.

La vida de las ovejas es una vida de dependencia. El pastor es el todo para ellas. Las conducirá Junto a aguas de reposo, las llevará a pastos verdes, las protegerá de las fieras, y si alguna se extravía, puede estar segura que es de tal importancia para el pastor, que este dejará a las noventa y nueve para ir en busca de la extraviada. La gran verdad es que la oveja puede estar totalmente tranquila y confiada, porque el pastor está para servirlas. En cambio, todo lo que el pastor pide es que “reconozcan mi voz': Jesús usó esta ilustración porque había la necesidad no solamente de mostrar el valor de una oveja, sino también de mostrar lo malos pastores que eran algunos. “Los fariseos acababan de echar a uno del redil porque había osado testificar del poder de Cristo. Habían excomulgado a un alma a la cual el verdadero Pastor estaba atrayendo. Así habían demostrado que desconocían la obra a ellos encomendada, y que eran indignos del cargo de pastores del rebaño” (DTG 443).

Hoy debemos recordar que ovejas somos de su prado; por lo tanto, su voz nos es de vital importancia, sobre todo en momentos de peligro, cuando una orden directa tiene que ser obedecida de inmediato, porque puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Los hijos de Dios debemos poder identificar su voz.

En un país donde estaban a punto de promulgar una ley restrictiva, amigos en altos puestos sugirieron a la dirección de la Iglesia que dispensase a los miembros para que pudieran hacer o no ciertas cosas. Sabiamente, el presidente indicó que “es asunto de conciencia, y que la iglesia no puede entremeterse entre la persona y su Dios". Llegará el momento en la vida de cada uno que todo lo que tenemos para seguir es la voz del pastor divino. Si la conocemos hoy, la podremos reconocer entonces.

Pr. Israel Leito

lunes, 5 de abril de 2010

EL INEFABLE DON DE DIOS

¡Gracias a Dios por su don inefable! 2 Cor. 9: 15.
Anoche se celebró la Navidad en el tabernáculo [de Battle Creek], y todo salió bien, con modestia, solemnidad y gratitud manifestada en todo lo que se hizo y se dijo, porque Jesús, el Príncipe de la vida, vino a este mundo como el bebé de Belén para ofrecerse por nuestros pecados. Vino para cumplir las predicciones de los profetas y videntes a quienes había instruido para que comunicaran y cumplieran los consejos del cielo, y para que al cumplir la gran misión que era su obra, se verificara el cumplimiento de sus propias palabras. Y por eso cada alma se encuentra bajo la más solemne obligación de agradecer a Dios porque Jesús, el Redentor del mundo, se ha comprometido a lograr la plena salvación de cada hijo e hija de Adán. Sólo a sí mismos se podrán culpar si no aceptan el don celestial. El sacrificio era amplio, y en plena armonía con la justicia y el honor de la santa ley de Dios. El inocente sufrió por el culpable, y esto debiera despertar la gratitud más plena.

A las diez y media [del 25 de diciembre] hablé a los que se habían reunido en el tabernáculo. El Señor puso en mis labios palabras fervientes. Traté de presentar este asunto a la luz de la Palabra de Dios, es a saber, que la obra en favor de la salvación de las almas no debe descansar sólo sobre los pastores, sino sobre cada ser humano a quien Dios haya encargado esta tarea. La obra del Señor debe ser realizada por los miembros vivientes del cuerpo de Cristo, y para el cumplimiento de la gran comisión divina hay que educar a cada cual para que haga su parte en la conversión de las almas. Los ha incorporado al ejército del Señor, no para que lo pasen bien, no para que vean cómo entretenerse, sino para soportar pruebas como fieles soldados de la cruz de Cristo. Cada recluta debe hacer su parte, debe ser vigilante, valeroso y leal. Después de hablar unos cincuenta minutos se dieron excelentes testimonios.

Al volver a casa invitamos a cenar a Fred Walling, el hijo de mi sobrina, su esposa, su suegra y sus dos hijitos, un bebé de tres meses y un chico de seis años. Eran peregrinos y pobres y necesitaban un poco de ánimo (Diario, Manuscrito 24, del 25 de diciembre de 1889).

E. G. White

domingo, 4 de abril de 2010

LA PRIMERA DECISIÓN.

Entonces clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Sal 107:6.

La decisión que tomé aquella tarde, me pareció acertada. Estábamos en Terra de Areia, un pequeño pueblo al sur del Brasil. Pensé que si seguíamos aquel atajo de tierra, llegaríamos más rápido a Capáo da Canoa, la playa donde pasaríamos la noche. Mi esposa y mis hijos concordaron con la decisión. (Foto de Brasil)

Durante los primeros kilómetros todo iba bien, hasta que llegamos a un camino lleno de pozos y piedras. Se nos dañaron dos ruedas, y no teníamos cómo resolver el problema. Anochecía y estábamos en la carretera solitaria y lejos de cualquier ayuda. “Hijos —dije impaciente—, escoger este camino fue la peor decisión que podríamos haber hecho”. ¡Mentira! En aquellas circunstancias, la peor decisión fue permitir que el desánimo entrase en mi corazón.

Todos los días, en todos los lugares, por diferentes motivos, aparecen problemas. Decidir, es el primer paso hacia la solución. La decisión que tú tomes hoy en relación a cualquier obstáculo, no es sobre lo que vas a hacer, sino sobre lo que vas a pensar. Si escoges el pensamiento equivocado, entrarás en el camino escabroso de la autocompasión. Si tú clamas a Dios y le permites que enriquezca tus pensamientos, estarás en condiciones de ver la solución del problema.

¿Cómo te libra Dios en la hora de la angustia? No necesariamente a través de un milagro. Hay gente que contempla cómo se le va la vida y espera un milagro que nunca sucede. Y la responsabilidad que tú tienes con la misma vida ¿dónde queda? Tú necesitas decidir, aunque la decisión no te lleve inmediatamente hacia la solución del problema.

La reacción natural del ser humano cuando las cosas no salen de la manera que él quiere, es decir: “tuve que hacerlo, no había alternativa”. La realidad es que siempre existe la posibilidad de decidir. Siempre. Inclusive cuando no decides, ya decidiste. Decidiste por la mediocridad y el conformismo, que puede esconderse detrás de la expresión: “Estoy esperando en el Señor”.

El salmo de hoy relata la peregrinación de Israel por el desierto. El pueblo estaba perdido. Cualquier decisión que tomase lo llevaría a la ruina. “Entonces clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones”. Piensa en eso hoy, antes de tomar cualquier decisión.

Pr. Alejandro Bullón

sábado, 3 de abril de 2010

UNIDAD.

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Efe. 4: 1-3.

Lean la oración que Cristo ofreció por su pueblo justamente antes de su juicio y su crucifixión. Cristo, en su condición de ser humano, sufrió desilusiones y pruebas. Cuando leo en la Biblia cuántos no quisieron creer que Cristo era el Hijo de Dios, el corazón se me llena de tristeza. Leemos que hasta sus propios hermanos rehusaron creer en él.

Debemos presentar un frente monolítico de unión y fe. Debemos ser fuertes en el Señor con el poder de su gracia. . . Debido a la desunión, el enemigo se introduce y siembra su simiente. Necesitamos conocer la verdad en todos sus aspectos. Necesitamos menos de nuestras propias palabras y más de la Palabra de Dios. Estamos cerca del fin del tiempo, y no podemos permitirnos cometer errores. La verdad alcanzará la victoria. "Amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables" (1 Ped. 3: 8). Debemos poner en práctica la cortesía cristiana. La respuesta suave a la cruel arremetida disipa la ira. . .

Se hiere a Cristo cuando se producen diferencias con tanta facilidad y tan a menudo. Vayan al capítulo 17 de Juan y lean la oración de Cristo, y su ruego de que sus discípulos fueran unidos así como él es uno con el Padre. Deshonramos mucho a Dios cuando consideramos asunto de poca monta sacar a relucir nuestras diferencias. El resultado de esto es que con seguridad debilitamos nuestras propias almas y las de los demás. . .

Cuando ponemos sobre el tapete nuestras propias ideas y opiniones, desviamos a otras personas. Démosle importancia a un sencillo "Así dice Jehová", y seremos colaboradores de Cristo.

"Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante" (Efe. 5: 1, 2). ¡Qué grandes y abarcantes verdades surgen con todo su brillo de la Palabra de Dios, para modelar las mentes y los corazones de acuerdo con la orden de Cristo! Durante la noche escuché estas palabras dirigidas a diversos grupos por el Maestro divino: "Pongan en armonía sus planes, no haya discrepancias entre ustedes". . . (Carta 398, del 26 de diciembre de 1906, dirigida al Dr. D. H. Kress y Sra.).

E. G. White

jueves, 1 de abril de 2010

DEPENDEMOS DE DIOS

Y harán un santuario para mí y yo habitaré en medio de ellos. Éxodo 25:8

Hubo muchas cosas involucradas en la construcción del tabernáculo. Lo importante es que Dios se auto invitó a vivir en medio de su pueblo. Cuando alguien importante nos avisa que viene a visitarnos, hacemos todo lo posible para que esa persona se sienta cómoda y que las cosas estén de acuerdo a su gusto. Aunque hoy ya no se trata de en un tabernáculo visible, la realidad es que Dios quiere estar con cada uno de nosotros siempre. Debemos ser siempre conscientes de que, como en el desierto, la presencia de Dios debe ser visible en todas las facetas de nuestra vida. Este es un principio que no debemos perder de vista: Dios, que quiere estar con nosotros, debe ser visto por todos y en todo momento.

La construcción del tabernáculo supuso un problema importante para Moisés y el pueblo. Escaseaban las personas capacitadas para hacer el trabajo. Había muchos expertos en hacer ladrillos, pero construir un tabernáculo según las especificaciones de Dios requería una destreza artesana fuera de lo común. Pese a ser esclavos sin grandes conocimientos, Dios tuvo a bien usarlos y dar la solución. La insuficiencia puesta humildemente a disposición de Dios puede ser usada por él. Él pide humildad de espíritu y disposición a obedecerlo a pesar de las debilidades e insuficiencias. Aquí hay una gran lección para nosotros hoy: Aprender a depender totalmente de nuestro Señor.

La construcción del tabernáculo enseñó a los antiguos hebreos a confiar en Dios y no en los brazos del hombre.

Resulta digna de imitar la dedicación que pusieron en el trabajo con el fin de acabar la obra del tabernáculo lo antes posible. Algunos argumentaron que, dado que lo que se hacía era la obra de Dios, era lícito trabajar en sábado para terminar pronto. Pero tal noción fue desestimada (RH 28 de octubre de 1902). Por buena e importante que sea la obra, no hay que usar métodos no aprobados por Dios para lograrlo. Esto es un desafío mayor para el pueblo de Dios, porque el fin no justifica los medios.

“Habitaré entre ellos” es una indicación para nosotros hoy también. Los mismos principios se aplican hoy: Seguir la indicación del Señor en humildad, no depender del brazo humano y no usar métodos no aprobados por él.

Éxodo 25:1-27:21; Juan 16:1-33

Pr. Israel Leito